Ni en sus mejores sueños y alucinaciones, Marx, Engels, Weber podían

NI EN SUS MEJORES SUEÑOS Y ALUCINACIONES, MARX, ENGELS, WEBER PODÍAN IMAGINAR QUE UN ORGANISMO DENOMINADO OCDE LES PERFECCIONARIA SUS MANIFIESTOS

Ignasi Maestre hace una reflexión sobre el pensamiento de antiguos filósofos ¿o tal vez no sean tan antiguos?

Hace varias semanas que no hablamos directamente de temas fiscales concretos.  La semana pasada la prensa francesa, puntera en esta permanente espiral de tesis-antítesis-síntesis en los tema de fiscalidad, anunció nueva ratificación en el Senado. Se trataba de las decisiones contenidas dentro del plan BEPS de la OCDE (con sede mundial en París).

Las sociedades de un cierto tamaño, en este caso las de más de US$750 millones (el 90% de la cifra de negocio mundial), deberán intercambiar entre todos los países adheridos a este “step” BEPS y a la administración fiscal de su país el intercambio, no de datos fiscales si no de datos operativos que forman parte del “core business”. Afortunadamente no son todos los países ni mucho menos,  intercambien la cifra de negocios, los beneficios, los empleados, los impuestos, el capital, los fondos propios, etc.

Acabamos de cerrar una ronda de intercambio, denominada de información fiscal, donde los bancos van a transmitir e intercambiar los saldos bancarios entre todos los países firmantes. Recordemos que se han adherido muchos países pero, curiosamente Estados Unidos no lo ha hecho. Justo después de esta se pretende iniciar otra ronda de mucho más calado y profundidad.

Si se consigue el objetivo de que se adhieran los países donde están localizadas las empresas del tamaño antes indicado, a nadie se le escapa que con un pasito más se obtiene el 100% mundial.  Depositándose en “el Gran Hermano” que son los Estados, no solamente los impuestos generados si no el “know-how” necesario para producirlo. La excusa: “así se podrán comprobar mejor los precios de transferencia” (una forma más de matar las moscas a cañonazos).

Pregunta que dejo en el aire: ¿los Estados “Gran Hermano” son suficientemente confiables para que podamos contar con su absoluta garantía de confidencialidad? Refiriéndome a los datos de las empresas que se compartirán a través de la red. ¿Podemos tener la seguridad de que el “hecho diferencial” de cada empresa estará suficientemente protegido?

Tenemos una lucha planteada y con muy difícil solución: ¿Cómo nos protegemos de los “hakers”?  A partir de ahora, deberemos también pensar en cómo nos protegemos de los gobiernos y, a su vez, estos de los “hakers”.

El segmento de empresa de más de US$750 millones tiene una representación de unas 200 en Francia. Las autoridades deben frotarse las manos pensando en la información económica, técnica, comercial y de todo tipo que les permitirá afinar los precios de transferencia entre países. Es decir, por la vía de la presión fiscal podrán variar políticas de empresa. Estas políticas  podrían ser decisorias para ser competitivas a nivel mundial.

De aquí a pensar que podrán intervenir, como ejemplo, con las empresas de automóviles. Por qué  fabrica un país determinado tipo de vehículo que emplea menos mano de obra dejando menos margen de beneficio. En otro país, otro  modelo de la misma marca que deja más margen, más impuestos y genera más economía indirecta.  De lo anterior hasta lo previsto en el “step” BEPS a este punto solo hay un paso y es un paso muy pequeño.

Dicho esto, en Francia se les deben presentar dos problemas. Uno son sus propias leyes. En una reciente sentencia recurrida delante del Constitucional, ciertas ONG´s lograron que los datos de las empresas fuesen públicos.  El otro problema, si Estados Unidos no ha firmado el AEOI, ¿firmará ahora este otro mucho más amplio?  También está el nuevo inquilino de la Casa Blanca que se entrevista primero con los disidentes europeos (UK). Como decía en el artículo anterior, pacta con los empresarios. “Te pido que me des y a cambio  te doy una rebaja de impuestos”.

¿Va a entrar en este juego de intercambiarlo todo (también los secretos de fabricación) y premiar con más presión fiscal? ¿Qué pasa si Estados Unidos no entra?

Ignasi Maestre Casanovas