LA SOLIDARIDAD COMO SOLUCIÓN

Ignasi Maestre habla sobre el cambio de valores a nivel mundial

Hace ya unas semanas que Ignasi Maestre nos ha ido analizando y comentando una serie de factores que están provocando un profundo cambio.

En anteriores artículos ya se habló de un nuevo orden mundial, cambios políticos hacia la ultra derecha, la diversidad de velocidades de crecimiento que hay en Europa y el poder que están ejerciendo las nuevas tecnologías sobre nuestra libertad y el control de nuestros datos.

Hoy, a modo de resumen, repasa los principales aspectos que intervienen en estos cambios y trata de ofrecer alguna solución.

El fin de la Revolución Industrial como modelo

Estamos en un punto en el que, definitivamente, las nuevas tecnologías han revolucionado cada uno de los parámetros que rigen nuestra sociedad. Los conceptos que heredamos de la Revolución Industrial quedan ya desfasados y actualizados por nuevos valores.

Estos nuevos valores hacen que la gente trabaje, piense y actue de manera diferente. Lo vemos en lo más cotidiano, como por ejemplo el comportamiento de los políticos, que ahora se insultan en mitad del pleno. O lo detectamos en aspectos más profundos, como las modificaciones en los códigos civiles y penales.

Reinventarse o morir

En un mundo tan cambiante como el de hoy, hay que esforzarse por encontrar soluciones que se adapten a esta situación. Hay que sentar en una mesa a todos lo elementos implicados y repensar qué es lo mejor para todos.

Estos cuatro elementos son: el Estado, los productores, los creadores de riqueza y el sector de las nuevas tecnologías. Sólo cuando estos protagonistas redefinan sus roles y cómo debe ser su contribución, se establecerá el nuevo orden mundial. Y todo ello pasa por que se llegue a un acuerdo solidario. Lo que va a permitir que los millones de personas que nacen cada día tengan un lugar en este mundo.

La solidaridad también implica reequilibrar la riqueza, dejar de pensar únicamente en un mismo y adquirir un pensamiento más plural. De cualquier otra forma, sólo conseguiremos la división en dos mundos que acabarán enfrentándose. Y eso no es bueno para nadie.