¿HACIA DÓNDE NOS PUEDE LLEVAR LA SITUACIÓN POLÍTICA-ECONÓMICA ACTUAL? (PARTE III)

Ignasi Maestre Casanovas reflexiona: ¿Es una quimera lo que se ha planteado en los dos artículos anteriores?

Puede ser, pero el mundo se ha construido en base a quimeras o utopías. La fijación de objetivos que parecen irrealizables debe formar parte de cada uno de nosotros, sin ellos no hay progreso y sin la suma de estos progresos no hay avances en nuestra sociedad. Solo a manera de ejemplo:

  • Colón descubrió el continente americano intentando demostrar que se podía llegar al continente asiático por una vía más corta aunque, no solamente no era más corta, si no que existía un gran continente entre medio.
  • Posteriormente, Bartolomé de las Casas defendía la igualdad entre colonizadores y nativos en América e intentó fundar una colonia donde todos vivieran de manera confortable.
  • Robert Owen, a principios del XIX fundó y dirigió una próspera algodonera donde se prohibía el castigo corporal y se pagaba un salario justo.

Sin estos soñadores y otros miles y el conjunto de la humanidad fijando retos constantemente, no hubiéramos llegado donde estamos. Tampoco avanzaremos sin que ahora y en el futuro existan quimeras que nos parezcan irrealizables. Para poner un ejemplo reciente Steve Jobs, esto sí, con una cierta prepotencia, decía que la gente no sabía lo que quería y que él era capaz de ponerles a su disposición nuevos aparatos que les facilitaran la vida.

En el transcurso de la humanidad ha sido así, pero muchos pensarán que hemos evolucionado a un ritmo vertiginoso y que esto ya es imparable. Es cierta la primera parte de la oración, por ejemplo:

  • En 1820 el 94% de la población mundial vivía en la pobreza extrema.  En 1981 solamente lo hacía el 44%. Y actualmente solamente, y por desgracia aún, solamente el 10%.
  • Se ha calculado que la renta media en Italia en el 1300 era de aproximadamente 1600 US$.  600 años después de Colón, Newton, la Reforma y la Revolución Industrial, la máquina de vapor, etc. la renta media se mantenía aún en los 1.600 US$. El salario italiano medio es 15 veces más rico de lo que era en 1880, después de evoluciones tecnológicas importantes de los dos últimos siglos,.
  • En la actualidad hay más gente aquejada de obesidad que de hambre
  • Desde que China se ha abierto al capitalismo, 700 millones de chinos han salido de la pobreza extrema.

Todos estos avances han superado la quimera de nuestros antepasados. Pero no podemos caer en la creencia que va a continuar igual.

Pero todo esto que se ha podido realizar gracias a políticas distributivas o a lo que hemos venido definiendo más recientemente como Pacto Social, ha permitido una evolución rápida de la humanidad hacia situaciones de mejor bien estar, para unos mucho más y para otros mucho menos, pero nuestro mundo actual no es comparable al que vivieron, por ejemplo y en mi caso, mis abuelos. Estamos en un momento de prosperidad, sin lugar a dudas, pero no podemos olvidar que actualmente existen otros factores totalmente novedosos que nos plantean nuevos escenarios, por ejemplo:

  • La mejora en la salud ha traído como consecuencia una mayor esperanza de vida y una menor mortalidad infantil, o sea que ahora somos más ¡y seremos muchos más!
  • El descubrimiento de la electricidad y el teléfono nos han llevado a avances tecnológicos nunca imaginados en toda la historia de la humanidad.
  • Las nuevas tecnologías, basadas en lo anterior, nos han llevado a una nueva economía basada en la Inteligencia Artificial y en la robotización que han cambiado nuestro mundo agrícola, industrial y de servicios, sin comparación a los que hasta hace treinta años estábamos acostumbrados y…. ¡todo ello va a más!

Estamos en una encrucijada de caminos. O nos paramos y volvemos a situaciones anteriores o continuamos con la dinámica actual.

¿Cuánta gente está realmente dispuesta a vivir como antes? Es decir, sin las ventajas de los teléfonos móviles, el ordenador, las comunicaciones, la medicina tradicional, etc.?  Sinceramente, creo que solamente una pequeña minoría.  Políticas basadas en volver a situaciones anteriores también son una quimera. Pero, a mi entender, con muchas menos posibilidades de éxito.

El mundo avanza y esto no solamente es una constatación si no un hecho imparable e irreversible. Debemos encontrar soluciones a las nuevas realidades. En los dos artículos anteriores he intentado dibujar hacia dónde vamos y he pretendido lanzar ideas sobre cómo afrontarlo.

Comenté sobre lo que denomino “la colectivización asistencial” que no es otra cosa que encontrar formas de “solidaridad” que nos permitan llegar a soluciones más justas y equitativas dentro de este nuevo marco de vida en el que estamos inmersos.  La Revolución Industrial permitió avances considerables con los que nos hemos beneficiado todos.  Ahora, la nueva tecnología basada en la globalización de la información es irreversiblemente un nuevo salto hacia adelante con la gran diferencia que no está basada en la capacidad de producir del hombre.

Ignasi Mastre asevera que estamos en una disyuntiva difícil.

Se produce más y se necesitan menos personas para hacerlo.  Al mismo tiempo que las nuevas tecnologías invaden aquellos reductos en los que creíamos que el factor humado sería insustituible. La inteligencia artificial (IA) nos permite unos avances que llegan a pasos agigantados; donde la necesidad de mano de obra es mínima y, esto es así ¡en todos los sectores! En mi modesta opinión, la clasificación economicista del sector primario, secundario y terciario ha terminado. Vivimos en un único marco productivo; donde podríamos llegar al 100% de cobertura de las necesidades del planeta mediante aplicaciones de IA y robotización.

Ignasi Maestre Casanovas